martes, 23 de noviembre de 2010

LA “MAYONESA” QUE FALTABA


Pasa ya la media noche. El automóvil se desliza con suavidad rumbo a Madrid. Al volante va Luna, quien nos habla como si nos conociera de toda la vida. Nos describe su feliz infancia… el abandono de su padre, el que huyo como un cobarde hacia algún lugar de la selva colombiana; nos presenta a su madre: El ejemplo más grande de su vida y a la que regaló una casa… Mientras habla nos mira por el retrovisor como si buscara constatar que tenemos interés en escucharla.
Lo que debería ser un charla se convierte en un monologo con pequeñas intervenciones de mi parte, sobre todo cuando sus personajes familiares salen en estampida de su relato, al ingresar Chávez en el. Su tono alegre - muy caribeño- también se marcha.
 …Este tipo lo que quiere, es controlar todo. Para que tengan una idea: Hace dos años viaje a Venezuela. Para ingresar a mi país, me revisaron todo. El jamón que  mi madre me había pedido no querían dejármelo pasar. Es que eso es absurdo. Reclame, como no se imaginan. Una llega a su país, después de tantos años y no es justo que te traten así, es que solo recordar no te dan ganas de regresar… Pero eso no es todo, en los supermercados falta de todo imagínense que un día quise comprar dos botes de mayonesa y no pude.
- Tan cara es la mayonesa en Venezuela – Le pregunto intrigado.
- No es cara, es que falta – me dice indignada -Te puedes imaginar un país  donde hay desabastecimiento hasta de mayonesa. Es que es de locos.
A esa altura de su relato no puedo evitar acordarme de Alan y su primer gobierno donde  todo faltaba, pero no creo que mayonesa también o ¿sí?
…En caja me dijeron que si quería comprar dos frascos tendría que pedirle a otro que la compre y que no fuese mi familia,  ya que toda compra se hace presentando tu cedula de identidad –La  Interrumpo - ¿Habías pagado con tarjeta de crédito? Ríe con sarcasmo. No, en Venezuela para toda compra tienes que presentar tu cedula. Lo que pasa es que Chávez quiere imponer la famosa “libreta” como en Cuba y así poder controlar todo, hasta lo que comes -Eso ya no me recuerda Alan - Por eso Chávez ha instalado los famosos “mercales”, son supermercados del gobierno, pero igual, no encuentras todo lo que quieres y los productos no son muy buenos… Otra vez recuerdo  a Alan y sus famosos “mercados del pueblo”, su leche Enci, las colas y los desayunos endulzados con chancaca…
-No creo que a Chávez le quede mucho - Le digo antes de bajar del auto.
-¿Eso crees?, Pues yo creo que tiene para largo. Afortunadamente, ya falta poco para traerme a mi hermanito. Adiós y cuídense. Luna, y su coche se pierden en la autopista y nosotros en la boca del Metro.